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Desde el punto de vista de nuestra salud, esta es una de las épocas más complicadas del año, comienzan los resfriados, gripes, etc. y este 2020 es aún más complejo debido al coronavirus. ¿Podemos hacer algo para protegernos y ayudar a nuestro cuerpo? La respuesta es un rotundo SÍ. Podemos ayudar a nuestro cuerpo a fortalecerlo y a mejorar las defensas para que las posibles enfermedades que podamos contraer no nos pillen desprevenidos.

Una alimentación equilibrada es esencial para que nuestro cuerpo se encuentre sano y con energía para afrontar cualquier proceso vírico o bacteriano. El aceite de oliva virgen extra es un perfecto aliado para nosotros ya que, según múltiples estudios, refuerza nuestras defensas. Entre otros científicos, José Juan Gaforio (Catedrático de Inmunología del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén)  es un gran valedor de la capacidad del aceite de oliva virgen extra para mejorar la respuesta inmune al aumentar la cantidad de células que participan en el proceso de defensa del cuerpo lo que provoca una mayor resistencia ante los agentes patógenos externos.

Las vitaminas A, D, E y K actúan como antioxidantes encargados de contrarrestar la acumulación de radicales libres que dañan nuestras células y disminuyen nuestras defensas.

Por otra parte, recientes estudios han demostrado que las grasas vegetales estimulan las células del sistema inmunitario generando una respuesta más efectiva ante posibles virus y bacterias. Las grasas del aceite de oliva virgen extra estimulan la producción de neutrófilos, un tipo de glóbulos blancos responsables de proteger a nuestro organismo de enfermedades infecciosas. Así mismo,  la oleuropeína y el hidroxitirosol, presentes en el aceite de oliva virgen extra, y encargados de aportarle su sabor picante y amargo, son sustancias que también contribuyen a reforzar el sistema inmunitario.

Ayudar a nuestro cuerpo y nuestras defensas en periodo otoñal se hace este 2020 más vital que nunca y, además de consumir de forma habitual el oro líquido de nuestra tierra, hay otras recomendaciones que no debes olvidar:

• Aumenta el consumo de frutas y verduras en tu dieta
• Toma pescado azul, ricos en Omega-3, vitaminas D y E, entre otras muchas.
• Evita el sedentarismo
• Duerme al menos entre 7 y 8 horas, ya que el sueño también ayuda a nuestro sistema inmune.   
• Reduce los alimentos ultraprocesados y los azúcares refinados.

En Montegil elaboramos el aceite de oliva virgen extra de nuestra tierra con todas las garantías para que conserve sus excepcionales propiedades y valores nutricionales… y además está buenísimo. 

Si estos meses de confinamiento has ingerido más kilocalorías de las que has gastado, puede que tu báscula lo haya notado y hayan aparecido unos kilos de más. Si además has llevado una dieta poco saludable y tu despensa se ha llenado de dulces y de ultraprocesados, quizás sea el momento de ponerle freno y empezar mejorar tu dieta y bajar esos kilos de más.

Aquí te dejamos 5 trucos sencillos para perder peso antes del verano:

1. Desayuna siempre con un buen Virgen Extra.

Dile adiós a la bollería y a los cereales azucarados y prepárate un buen café solo, pan de centeno con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y unas rodajas de tomate. Un delicioso desayuno saludable al que puedes incluirle un cuenco de fruta de temporada.

2. Sustituye los snacks fritos y ultraprocesados por aceitunas.

Si pasas muchas horas en casa y tienes la necesidad de abrir la despensa y comer algo entre horas, disfruta de un snack saludable como las aceitunas. Es un producto natural, lleno de propiedades beneficiosas y con pocas colorías para tu cuerpo.

3. Usa alternativas a la sal en tus platos.

Dale sabor a tus platos pero con menos sal. Hay muchos sustitutos naturales que le darán potencia a tus recetas y son más saludables que la sal. Uno de los ingredientes que puedes añadir a tus platos de pescado y carne para aderezarlos es la alcaparra, un fruto natural que te sorprenderá y no puede faltar en tu cocina.

Otros sustitutos de la sal pueden ser el ajo y la cebolla, las hierbas y especias son perfectas para muchas recetas y harán que no eches en falta la sal (clavos, comino.cilantro, romero, albahaca, pimienta de cayena…). El jugo de limón, el vinagre o aceites especiados son también perfectos como alternativa.

4. Más ensaladas y menos precocinados.

El mundo de la ensalada te ofrece un maravilloso abanico de posibilidades, ya que tienes multitud de productos con los que prepararlas. Combina hojas verdes (lechuga, canónigos, berro, rúcula, espinaca) con fruta de temporada, con frutos secos, con legumbres…. Sin olvidar de añadirle nuestras aceitunas Montegil, que van siempre perfectas con las ensaladas.

5. Comidas divertidas y sanas también para niños.

Enseña a los más pequeños que la comida sana también es divertida, por eso elabora platos con verduras y frutas dándole un toque divertido.  Como sugerencia puedes preparar este juego de “Tres en Raya” a base zanahoria, queso y aceitunas. Una cena divertida y muy saludable. 

Para salsas, acompañamientos, en pizzas, en ensaladas, ideal para pescados y platos de carnes… la alcaparra forma parte de nuestra cocina pero para muchos sigue siendo un producto desconocido. Vamos a descubrir su origen, su historia y los diferentes usos que le podemos dar a este producto tan natural y tan nuestro.

 Este pequeño fruto forma parte de nuestra gastronomía mediterránea y proviene un arbusto llamado Capparis Spinosa (alcaparro). La alcaparra es el capullo inmaduro que se recoge para conservarlos habitualmente en vinagre, sal y estragón. Aunque su sabor al natural es amargo, una vez preparadas, tienen un sabor excelente y se puede tomar como encurtido.

En gastronomía, las alcaparras son perfectas para elaborar salsas, condimentar pescados y carnes, y aportan un toque original a ensaladas y pizzas. Además, por su alto contenido en sodio, puede ser un perfecto sustitutivo de la sal para elaboración de pollo, salmón, pavo, verduras o ensaladas.

La alcaparra en la cocina

En la Antigua Grecia se utilizaban las flores y los frutos de la planta en la cocina, y además los tallos y hojas se usaban con fines medicinales. Los griegos fueron los encargados de introducir las alcaparras en los pueblos del Mediterráneo, especialmente en las penínsulas Itálica e Ibérica, así como en las islas mediterráneas. Esta planta se adaptó rápida y fácilmente a estos territorios debido al clima cálido y soleado.

También hay constancia del uso de la alcaparra como ingrediente de diversos platos en la Antigua Roma, entre ellos en la cazuela fría de queso (posible origen del gazpacho) o en platos que servían de aperitivo.

En la cocina Andalusí, las alcaparras se conservaban en salmuera y, aliñadas con aceite y vinagre, se comían con leche cuajada. Aparece también en muchos platos combinadas con espárragos, ya que ambos coinciden en época de recolección silvestre.

En el siglo XVII las alcaparras aparecen en numerosas recetas que recogía el famoso recetario de Le Cuisinier, posiblemente la biblia gastronómica de la época.

En la actualidad son múltiples los usos y platos en los que la alcaparra es protagonista o bien es uno de los ingredientes que le aporta el toque singular a recetas. Las alcaparras son muy apreciadas para la elaboración de salsas, platos de pasta italiana y pasta griega heredados de siglos de tradición, como la famosa salsa putanesca. Pizzas y focaccias son también perfectas para incorporar este ingrediente, además de aderezar platos de carne como el pollo. Está muy presente también en la cocina más vanguardista ya sea en salsas como la tártara, la remoulade o en el steak tártaro.

En España el uso de las alcaparras está muy extendido en todas las regiones, formando parte de platos tradicionales en Baleares, Cataluña, Extremadura, Andalucía, Murcia….

La pasta elaborada a partir de aceitunas machacadas con alcaparras, anchoas y aceite de oliva es conocida como Tapenade, un producto perfecto para elaborar aperitivos o acompañamiento de carnes y pescados.

¿Qué propiedades tiene la alcaparra?

Las alcaparras son bajas en grasa (tienen pocas calorías) y son ricas en agua y flavonoides (un perfecto antioxidante). Contienen también vitaminas A, vitamina K y C. Además contienen minerales como magnesio, calcio y hierro, además de mucha fibra.

Las alcaparras Montegil están conservadas exclusivamente en salmuera y son un acompañamiento perfecto para carnes, pescados y ensaladas. Pincha aquí para comprarlas en nuestra tienda online.

Te contamos 5 formas de comer aceitunas de forma saludable en tus platos. El ingrediente de la dieta mediterránea que además de sabor, color y textura, le aportará a tus recetas vitaminas, hierro y fibra.​

Pan con aceitunas: ¿aún no has probado esta combinación? Cada vez es más habitual encontrarnos diferentes tipos de panes que incluyan ingredientes saludables que enriquezcan su sabor y sus nutrientes. La aceituna es uno de estos ingredientes, que aporta un sabor espectacular y combina perfectamente con cualquier tipo de comida o incluso nos permite disfrutar de un delicioso bocadillo.

Ensaladas con aceitunas: convierte tus ensaladas en una fuente de salud y energía añadiéndole tus aceitunas favoritas. Ideales para ensaladas de pasta, arroces, cuscús… No te olvides de poner tomate, cebolla, atún, queso y un buen aceite de oliva virgen extra!

Aperitivos con aceitunas: si quieres darle un toque original a tus aperitivos te sugerimos algunos de estos originales pinchos para triunfar en cualquier ocasión. Las aceitunas son siempre el aperitivo que no puede faltar en tus comidas, eventos y celebraciones… el más sano y rico!

El ingrediente perfecto de tus pizzas: te recomendamos que las prepares en casa con tus ingredientes favoritos, de esta manera convertirás tus pizzas en un plato saludable y sin demasiado aporte calórico. Añádelas enteras o en rodajas y tus pizzas además de riquísimas, tendrán un aporte extra de vitaminas y de hierro.

Mermeladas de aceitunas: es una forma original y saludable de completar tus desayunos, puede hacerlo tú mismo, sólo con 100 gr de aceitunas verdes, 50 gr de azúcar y un vasito de zumo de limón. Su elaboración es muy sencilla. Pon todos los ingredientes en una cacerola a fuego lento. Pon primero las aceitunas, después el zumo de limón y el azúcar. Tritura con una batidora la mezcla hasta que se forme una pasta. Déjala reposar unos minutos y retírala. Tendrás una mermelada de aceitunas deliciosa y natural en casa.